En
la mayoría de los casos el 66.7% de los adolescentes que tienen entre 10 y 15
años tienen teléfono móvil propio.
El
estar mucho tiempo en el celular ocasiona la obesidad, disminución del
rendimiento académico y de la atención, menos comunicación con tu familia, poca
probabilidad de dormir lo cual ocasiona insomnio.
El
abuso del teléfono móvil, de internet de los videojuegos e incluso de las redes
sociales, puede diagnosticarse como una adición si se cumplen cuatro
importantes factores.
Los
especialistas definen a los damnificados, como personas con una baja autoestima
y una dificultad racional.
De
hecho, esta adicción no es distinta a otra, todos los adictos buscan cubrir
sensaciones displacenteras con una satisfacción inmediata y, cuando más
inmediata es, más fácil es crear adicción.
Quienes
se sienten atraídos por la adición a las nuevas tecnológicas suelen ser
personas con baja tolerancia a la frustración, bastante impulsivas y con pocas
o escasas habilidades para gestionar los estados emocionales. Buscan sensaciones nuevas y hay una
tolerancia a estímulos displacenteros. Esta adición también se relaciona con la
autoestima baja. Tenemos temor a que el otro pueda descubrir nuestros fallos y
con las redes puedes crear alguien tu medida que siempre va a ser aceptado. Se
trata de perfiles que buscan la aceptación total y esta es la manera más fácil
de conseguirla.