La contaminación atmosférica en México, “una situación de riesgo”
Alrededor de un tercio de los días del año pasado el aire de la Ciudad de México rebasó los niveles de ozono permitidos en la normativa nacional. Según las cifras oficiales, en 2011 el incumplimiento se extendió a lo largo 148 jornadas y en lo que va de 2013 han sido decretadas hasta seis alertas por precontingencia ambiental en la gran urbe. Sergio Sánchez, director ejecutivo del Clean Air Institute,una organización con sede en Washington fundada por el Premio Nobel Mario Molina,señala que “estamos en una situación de riesgo”. La institución publicó en abril un estudio sobre la calidad del aire en América Latina que determina que en México mueren alrededor de 14.000 personas al año por enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica. Sánchez cita el informe para destacar unas proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que adelantan datos de 2050 y estiman que de no adoptarse políticas verdes “más ambiciosas” la contaminación del aire “se convertirá en la causa ambiental principal de mortalidad prematura, por encima de aguas insalubres y falta de saneamiento”, pasando del millón actual a los 3,6 millones al año a mitad de siglo.
“No hay una solución mágica, pero las estrategias para reducir la contaminación están bien definidas”, afirma Sergio Sánchez, quien esta semana se encuentra de visita en México. Para el investigador son seis los puntos principales que definen este trabajo: la mejora de la tecnología y los combustibles, la ampliación y mayor calidad del transporte público, el desarrollo de sistemas de desplazamiento no motorizado e interconectado con sistemas de transporte público (como la bicicleta), el planeamiento integral del uso del suelo, la gestión de la demanda evitando viajes innecesarios y reduciendo el uso del auto privado y la mejora de la gestión del transporte de carga.
¿Cómo protegernos?
Este hallazgo nos aleja la idea de que los impactos de la contaminación sobre la salud son menores, por lo que en nosotros está el tomar las acciones necesarias para reducir nuestra exposición a estos factores. De pronto, no parece una mala idea tomar una ruta alternativa por calles menos congestionadas, usar una mascarilla con filtro para partículas finas cuando la calidad del aire no es óptima, cerrar nuestras ventanas cuando el viento sople en nuestra dirección o instalar un purificador de aire de alta eficiencia en el hogar.